sábado, 7 de febrero de 2009

Passage du silence

Desperté junto a la muerte;
fría, inmóvil y cruelmente verdadera.
Pero allí, a mi lado,
era tranquila, puede que dulce,
imperfecta... temible.
Quisiera creer que está viva.
Pero no he podido.
Solo yace junto a mí, durmiente,
saciada y hermosa... deseable.

Melodías de dolor surcaban
ahora el aire, acompañadas
del alba mortecina, hiriente.
Despertad. Sus almas están aquí.
Buscad sus cuerpos, ahora fríos,
dejad que se los lleve
con la aurora de la mañana.

Dejad por favor, que le vuelva a ver.

Sueña y no despiertes,
temible danzante entre el Bien y el Mal.
Gritos desgarradores,
vuelven a susurrar los arboles.
De nuevo, la luna se quedó
en el cielo, sola, triste... de nuevo.

¿Despertaste?... guíanos danzante,
hasta nuestro funeral.
Que todos vuelvan a ser testigos
de la ultima vida que me arrancaste.

1 comentario:

Dejaron sus huellas