sábado, 21 de marzo de 2009

Mentes brillantes, mentes frías, mentes crueles, mentes… coronadas todas sobre las cabezas de los ángeles humanos, capaces de dominar hasta el sentimiento más hermoso del alma. Pero jamás de aplacarlo… A pesar de mi anhelo, de mi desazón y de mi deseo, puedo sentir con una fuerza desorbitada y monstruosa, el ardor de un fuego frío que me recorre las entrañas y no me deja respirar. Cuando consigo liberar mis ojos de la oscuridad de mi cuerpo, no hallo mas respuesta que la que tenía antes de dejarme caer… soñamos con la perfección gracias a un simple acto de pureza, de instinto; un acto que nunca nos da nada, a cambio del gran esfuerzo de sacrificar una pequeña parte de nuestro tiempo en intentar olvidarlo todo…
Mi alma lucha grácilmente, entre mi carne y lo que me ha quedado de vida, para huir tras unas huellas lejanas y borrosas que no siguen ningún camino de luz. Como un ángel sin alas, busca desesperada la respuesta que desea cuando cierra los ojos. Como una estrella sin luz, desea brillar fuertemente para ver las tinieblas que la rodean. Como un corazón humano, anhela encontrar un sendero lleno de obstáculos que desaparecen tras una espesa niebla gris, cuando cierra los ojos y los vuelve a abrir. Pero no hay nada… solo un cruel vacío sombrío que no alberga nada. Ni siquiera unas simples hojas perdidas, ni siquiera unas simples rosas marchitas… debo dejar mi mente volar hacia donde duermes, hacia donde tus sueños emergen, para que así tu mano invisible me ayude a no caer de nuevo en la desazón, y me resucite de la oscuridad del mundo de la tierra quemada.
Las suaves brisas me acunan y mecen mi lecho, donde aún duermo, expectante a tu regreso triunfal… Anhelante de encontrar de nuevo solo una pequeña parte de ti, tu voz, tus palabras, que me traiga de vuelta del universo maldito de las pesadillas de ángeles y estrellas.
Observando sutilmente el cielo oscuro cuando mi alma se arranca frágilmente de mi ser, cuando trozos de mí, se desperdigan por el mundo, esperando que sueñes con cada uno de los rincones de mi cuerpo… Deseosa de la pasión abrasadora que me otorga mi mente, cuando de repente recuerda al despertar, que solo tú te quedaste atrapado en mis ojos cuando se cerraron en la negrura de la noche, cuando encontré un pequeño camino que me transportaba hacia el lugar de donde tus sueños emergían…



Somos uno y nada más.

3 comentarios:

  1. Ha sido precioso, no tengo palabras para describirlo...
    Y la frase final hermosa =)
    Besos

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  2. Me encanta!
    Es genial...
    Te sigo ok?
    Ven por mi blog que tienes un regalo, creo que lo mereces.
    Un beso

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  3. guau!!
    m encanta...
    como te viene la inspiracion??
    es decir son cosas que te pasan por la mente o realmente las sinetes..??
    un beso
    cuidate
    ahora te sigo

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Dejaron sus huellas